domingo, 9 de mayo de 2010

Sobre ti mismo


Hay veces que yo mismo soy mi peor enemigo. No sé si al resto le pasa. Seguramente sí, porque en todas estas cosas en las que nos creemos únicos al final siempre ocurre lo mismo: le pasa a todo el mundo.
En realidad llamarme enemigo es exagerar.
Todo esto viene por esos momentos en los que no nos encontramos demasiado a gusto con nosotros mismos, intentamos encontrar el porqué, lo encontramos... y no hacemos nada para estar mejor. En esos momentos es cuando me siento mi enemigo. Podría ponerle remedio, pero prefiero amargarme, hundirme. Es más fácil.
Por ejemplo y a pequeña escala:
Esta tarde estoy solo en casa. Y se me ha ocurrido que estaría bien salir a correr. Es más, me gustaría llevarme a mi perro. Está mayor y le vendría bien. Pero...
Pero nada, me voy a correr con mi perro.




No hay comentarios:

Publicar un comentario